La alianza entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos abre un nuevo horizonte geopolítico. El pacto cerró la puerta a Francia y provocó la caída de un acuerdo comercial entre los australianos y los galos. En frente está China, el gran antagonista.
Es una alianza de tres países anglosajones destinada a contener a China en el Pacífico y en el Índico.
El objetivo principal es detener la expansión militar china en el área.
China es la nueva superpotencia pujante y EEUU vé como alcanza la hegemonía comercial en ese área como lo ha hecho en África y en Iberoamérica.
Para manifestar su disgusto, dado que el AUKUS suministrará tecnología nuclear a Australia para fabricar submarinos atómicos por lo que París se queda sin los más de 50.000 millones de euros del contrato que tenía para entregar submarinos diésel.
Hay una vieja teoría de que quien controle el corazón de la tierra controlará el mundo. Rusia y China ocupan ahora esa posición y a ellas se enfrentan los imperios isla como el Reino Unido, Australia y EEUU.
Puede suponer un grave problema para la OTAN ahora que debe producirse el relevo del actual secretario general y discutirse la nueva agenda de la Alianza Atlántica en la próxima cumbre de Madrid. También la alianza ha animado a otras naciones, como Singapur, a alinearse con los angloparlantes.
Ni está ni se la espera.
Sí, ha producido una profunda crisis y puede resucitar la idea del ejército europeo.