IKONO, arte con vida propia

IKONO es un experiencia sin precedentes. Un mundo nuevo donde los sentidos cobran vida propia y se fusionan con el arte y la tecnología de cada sala. Gracias al recorrido por lugares que parecen sacados de la propia imaginación, el público se sube en una montaña rusa, donde el misterio y la emoción son las principales protagonistas.

 

Un viaje al bosque de bambú de Arashiyama hizo que David Troya, un emprendedor sevillano, tuviera la idea de crear un único espacio que reuniera lugares tan sorprendentes como aquel. Fue Fernando Pastor, CEO de la empresa, el que hizo realidad ese sueño, abriendo en Madrid las puertas a los curiosos que buscaban sentirse únicos en un mundo donde todo se ha experimentado ya. Así comenzaba IKONO.   

En este espacio, tanto el decorado, el recorrido, como las medidas de seguridad, están medidos al detalle para asegurar la diversión. La toma de temperatura, las mascarillas y los dispensadores de gel hidroalcohólico en cada sala permiten a los visitantes disfrutar de su experiencia tranquilamente. Cuentan con un protocolo por si hay algún caso positivo, pero, en los casi cinco meses que llevan abiertos, nunca han tenido que ponerlo en práctica. 

image00001

El viaje comienza en un túnel de tela que parece custodiar el secreto del interior. Una especie de laberinto lleno de colores en el que se debe encontrar el camino para adentrarse en un mundo nuevo, tal y como en una película de Narnia.

Tras atravesarlo, se encuentra, quizás, la sala más famosa de IKONO: una piscina de bolas gigante. Los influencers ya la han hecho suya y es raro no haber visto ni una sola imagen en las redes sociales. Fernando Pastor es consciente de la gran ayuda que han tenido con aplicaciones como Instagram, “antes, para existir, tenías que salir en el periódico o en la televisión. Ahora no. Cualquier tienda puede tener muchísima popularidad sin haber pagado un anuncio”. Este gran altavoz ha potenciado su popularidad hasta límites insospechados, y les ha hecho colgar el cartel de “completo” durante semanas.

 

Su gran éxito procede, sobre todo, del interés de los millennials y de la generación Z por vivir de primera mano experiencias genuinas y especiales. Ese afán por descubrir lo inexplorado, unido con la creciente necesidad de mostrar la “imagen perfecta” en las redes sociales, ha provocado que IKONO sea el lugar ideal para ellos, pues ofrece tanto aventuras artístico-sensoriales como fotografiables.

Continuando el recorrido se llega a salas inundadas de globos, confetis y neones que piden a gritos la ayuda del cliente para funcionar y cumplir su misión: ofrecer arte inmersivo. Estos espacios y materiales transportan al pleno apogeo de una fiesta que parece no tener fin.

Resulta increíble la cantidad de innovadoras y poco convencionales ideas que confluyen en IKONO. Las temáticas de cada sala fueron pensadas por el propio equipo de la empresa. El objetivo era crear nuevas formas de ocio que potenciasen los sentidos, pero que también permitiesen la interacción por medio de fotografías, vídeos o “de la forma más creativa posible”, asegura Pastor. Ese propósito se hizo realidad gracias al Estudio Pombo y a Light&Studio, que diseñaron y produjeron los materiales del espacio.

 

El rumbo marcado dirige hacia un bosque de bambú que convierte el frenesí en un remanso de paz. Esta sala revela una de las grandes influencias de IKONO y transporta, en tan solo un instante, a Kioto. El bosque pide respirar y, para ayudar a lograrlo, crea una atmosfera donde los olores y las luces juegan un papel fundamental. Parece que aquí no hay tiempo para fotografías, sino para, únicamente, disfrutar del momento y estar presente.

La reflexión y calma dirigen por salas oscuras, iluminadas solo por el brillo de simbólicas luciérnagas, farolillos y gotas de agua que caen, mientras el sonido sumerge en plena tormenta tropical.

 

Estos sonidos están elegidos cuidadosamente para que el público conecte aún más con el medio. Por ello, el espacio está ambientando con música adaptada a la temática de la sala: desde un pop animado, hasta un indie más relajado.

IKONO consigue la inmersión total del público en el entretenimiento 2.0, conectando elementos como la luz, el decorado o los sonidos, mientras se halla en busca y captura de nuevas ideas. El equipo, ayudado por los comentarios y sugerencias de los clientes, ya planea poner en marcha nuevos cambios y sorpresas que esperan dejar con la boca abierta.

IMG_2676

 

Sin duda, IKONO es sentir de nuevo. Es compartir las aventuras con todos los conocidos. Es experimentar y dejarse llevar. Es disfrutar como un niño, sorprenderse y dar rienda suelta a la creatividad. Las salas ofrecen un sinfín de opciones y ángulos que animan a alejarse de las normas y a crear un mundo propio. 

El espacio promete emociones inolvidables y experiencias dignas de capturar, pero, sobre todo, la posibilidad de adentrarte en un viaje a los sentidos y de sentirse siempre ikónico.

Post a Comment

#FOLLOW US ON INSTAGRAM