En la I Edición de la Semana de la Familia del Máster de formación permanente en Matrimonio, Familia y Vida realizado por la Universidad CEU San Pablo junto con la Universidad Francisco de Vitoria, se ha tratado la importancia del papel del padre en el cine y cómo éste ha experimentado una evolución significativa a lo largo de los años, desde representaciones positivas y tradicionales hasta retratos más complejos y vulnerables en la actualidad.
«El padre es como un corcho, a pesar de intentar hundirlo, siempre flota». J. J. Martín
La mesa redonda estaba compuesta por Juan Luis Orellana (Doctor en Humanidades por la Universidad CEU San Pablo y licenciado en Filosofía por la Universidad Pontificia Comillas. Profesor Adjunto de Narrativa Audiovisual en la Universidad CEU San Pablo y director del Servicio de Actividades Culturales de esta Universidad. También es miembro del Círculo de Escritores Cinematográficos y director de la revista digital de cine Pantalla 90. Además, dirige y presenta el programa Pantalla Grande de COPE y TRECE TV), Jerónimo José Martín (Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid, es Presidente del Círculo de Escritores Cinematográficos desde 1999. Junto con Juan Luis Orellana dirige y presenta el programa Pantalla Grande) e Isidro Catela (Doctor en Ciencias de la Información y profesor en la Universidad Francisco de Vitoria. En la actualidad es Director Gerente de la Fundación V Centenario para el Nacimiento de Santa Teresa de Jesús y dirige el programa «Testimonio» de TVE. Ha sido galardonado con una veintena de premios nacionales e internacionales de poesía, microrrelato y relato breve).
Para el profesor Orellana, antes de 1968, el padre era visto como un referente de autoridad, tradición y protección en películas como Matar a un ruiseñor y La gran familia. Sin embargo, a partir de ese año, con películas como Love Story, se comenzó a cuestionar y negativizar la figura paterna, presentándola como irrelevante o ausente en producciones cinematográficas. En el siglo XXI, se ha observado una restauración en la representación del padre en el cine contemporáneo, mostrándolo como un ser más emocional y en igualdad de condiciones con sus hijos. Largometrajes como La vida es bella y Beautiful boy presentan padres vulnerables pero presentes, mientras que otras como La invención de Hugo y El Hijo muestran al padre como una figura ausente o irrelevante.
Por su parte, don Isidro Catela puso el foco de atención en las series de ficción, parafraseando la cita de Antonio Gramsci en la que expone, “La conquista del poder cultural es previa a la del poder político y esto se logra mediante la acción concertada de los intelectuales llamados orgánicos infiltrados en todos los medios de comunicación, expresión y universitarios”.
Jerónimo José Martín destacó la importancia de la complementariedad entre el varón y la mujer en la familia frente a los ataques de la ideología de género y el feminismo radical. Es reseñable que cada vez hay más películas que adquieren un referente Kapriano, pero no precisamente tomando como modelo Qué bello es vivir sino más bien Vive como quieras. Sin embargo, para el buen funcionamiento de la familia son fundamentales el cariño y la unión familiar, además de la ayuda de Dios, todo ello contando con las contradicciones.
En conclusión, tal y como se ha destacado en el seminario, lo más importantes es que, la familia, venga de donde venga, debe estar unida. Por eso la “maldad” siempre ataca a la célula familiar, porque como dijo G. K. Chesterton, “aquel que ataca a la familia no sabe lo que hace porque no sabe lo que deshace”. En resumen, el cine refleja la evolución y los desafíos de la figura paterna en la sociedad actual, mostrando una diversidad de representaciones que invitan a reflexionar sobre el papel del padre en la familia y en la cultura contemporánea.