El Padre Ángel Ayala, fundador de la Asociación Católica de Propagandistas, entidad creadora del CEU, promovió el concepto conocido como pedagogía activa. Un enfoque integral del aprendizaje basado y orientado a través de tres aspectos clave: pensar (con la cabeza), sentir (guiados por el corazón) y saber hacer (a través de nuestras manos, con la palabra). Cabeza, porque cada encuentro es una oportunidad para aprender a pensar, a descubrir y a razonar; corazón, porque cada día es el día para poner lo mejor de nosotros y manos, porque cada encuentro es una oportunidad para aprender a hacer, a aplicar y a interpretar.
Es por ello por lo que el fin principal del Instituto CEU de Humanidades Ángel Ayala es la difusión del humanismo cristiano con plena fidelidad al magisterio de la Iglesia. Así mismo, pretende ser un foco de elaboración y difusión del pensamiento humanístico católico. La forma de llevarlo a cabo es a través de la obra docente de sus asignaturas que fomentan el punto de vista humano y cultural a los alumnos de las cuatro universidades del grupo: la CEU San Pablo de Madrid, la CEU Cardenal Herrera de Valencia, la Abat Oliba CEU de Barcelona y la CEU Fernando III de Sevilla. Debemos distinguir dos conceptos:
- El humanismo cristiano se puede entender como una visión integral del ser humano basada en las enseñanzas de la Iglesia Católica; afirmando su dignidad, impulsándolo hacia una realización plena y comprometiéndolo con la transformación del mundo según el plan de Dios.
- Por su parte, la Doctrina Social de la Iglesia es el conjunto de enseñanzas que el Magisterio de la Iglesia Católica ha expuesto y urgido en la época contemporánea acerca de la cuestión social.
El Diploma de Doctrina Social de la Iglesia, impartido por este Instituto proporciona habilidades para comprender los argumentos y participar en el debate cultural de nuestros días. Se trata de una iniciativa de formación, dirigida a quienes deseen profundizar en el conocimiento de los grandes temas que afectan a la vida, la familia, la sociedad, la política y la economía, desde las orientaciones de la Iglesia Católica.
La Doctrina Social de la Iglesia es inmensamente relevante y actual, ya que ofrece principios éticos fundamentales para abordar los problemas sociales y económicos contemporáneos. En un mundo marcado por la globalización, las desigualdades económicas crecientes y los conflictos, la DSI es una llamada a la acción (cada vez más necesaria) para contrarrestar todo aquello que nos corrompe y nos despoja de los verdaderos valores cristianos.
Gracias a los valores trasmitidos en los distintos módulos que componen dicho Diploma (Teología, Antropología, Evolución Histórica, Fuentes y Metodología de la DSI, Matrimonio y Familia, Bioética, Derecho, Comunidad Política e Internacional, Economía y Trabajo y Cultura y Medios de Comunicación Social), los alumnos descubrirán que la verdadera libertad no consiste en hacer lo que uno quiera, sino en alinear la libertad con lo que uno debe hacer basado en la verdad.
También cabe destacar la excelente formación que los estudiantes podrán adquirir gracias al profesorado que imparte las diferentes asignaturas. Una manera idónea de formar parte de la entidad CEU San Pablo y conocer su misión: contribuir a la mejora de la sociedad gracias a los principios cristianos, los valores del Evangelio y la justicia y defensa del ser humano. Se ofertan un total de treinta plazas, lo que implica un tamaño reducido de la clase y un trato muy cercano y directo entre alumnado y profesorado.
En la actualidad, uno de los desafíos culturales a los que nos enfrentamos es al del relativismo y al impacto que éste produce en la verdad y en el discurso racional. Una visión relativista socava estos principios y conduce a una forma de dictadura cultural donde el poder y las creencias personales prevalecen sobre la razón y la verdad. El ser humano debe ser capaz de adoptar una perspectiva realista que reconozca la importancia de la verdad y atenerse a la lógica para alcanzar la verdadera libertad.
Por otra parte, este Diploma pone mucho hincapié, al igual que lo hace la ACdP en la importancia de la familia. Sin familia no hay vida, ni dignidad ni libertad y el desarrollo social quedaría herido de muerte. El Estado debe reconocer nuestros derechos, no darlos, porque si partimos de que el Estado otorga los derechos, estamos perdidos. Con esto afirmamos que la defensa de la vida humana y la familia son dos bienes que deben ser protegidos a toda costa.
Para ello, debemos hacer uso de las políticas familiares, es decir, de la intervención de los poderes públicos para así ser capaces de proteger y promover el derecho fundamental de creación y formación de familias y de las relaciones intrafamiliares. El matrimonio y la familia son dos realidades distintas pero que convergen en la mayoría de los casos.
Ha llegado el momento de que las personas seamos conscientes de lo que está pasando y nos apoyemos los unos a los otros para intentar acabar con esta situación insostenible y demencial que pretende romper con los verdaderos valores que simbolizan la caridad, la fraternidad, la humildad y por supuesto, el amor. Y desde luego que la defensa de ello no solo es trabajo de la Iglesia Católica sino de cualquier comunidad que esté inscrita en la ley natural y tenga como objetivo proteger a todos sus ciudadanos. Por ello, la realización del Diploma de Doctrina Social de la Iglesia es una magnífica propuesta para emprender el camino del bien común, el conocimiento y el pensamiento crítico. Aspectos tan necesarios en nuestros días para alcanzar la libertad.