La imagen que tiene el público general de la historia y las letras no suele estar asociada a la tecnología: nos imaginamos al historiador como una rata de biblioteca envuelta en pergaminos antiguos, acompañado tan solo de un fiel bolígrafo BIC, y como mucho un portátil. Parece que al estudiar cosas del pasado, tenemos que usar tecnología de este. Pero las jornadas de “Arqueología, Digitalización y Patrimonio” celebradas el pasado 23 de abril en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación han venido a demostrar lo contrario.

La jornada contó con tres grupos de investigación diferentes que expusieron sus proyectos arqueológicos. Cada grupo explicó cómo las nuevas tecnologías están llevando la arqueología a otro nivel y cómo las aplican en sus proyectos. 

El primer ponente fue Javier Andreu, catedrático de Historia Antigua en la Universidad de Navarra y director del yacimiento “Los Bañales”. Andreu expuso su proyecto “Valete vos viatores”, uno de los ejemplos más destacados de España del uso de la tecnología para la divulgación. Este proyecto pretende usar las nuevas tecnologías para divulgar sobre la Antigua Roma y la epigrafía, es decir, la lectura de inscripciones. Todo empezó con la creación de modelos 3D de piezas con inscripciones romanas. Estos modelos son totalmente precisos y contienen piezas de yacimientos de toda Europa. Con estos modelos se creó un museo virtual, que luego ha llevado a muchos más proyectos, como un videojuego sobre epigrafía y una serie de documentales. 

La segunda ponencia corrió a cargo de la casa: el equipo Fab Lab Madrid CEU. Este grupo indisciplinar contó con tres profesores de nuestra universidad para presentarse: Aurora Herrera, doctora en Arquitectura y experta en museología; Covadonga Lorenzo, también doctora en Arquitectura; e Hipólito Sanchiz, doctor en Historia Antigua y arqueólogo. El grupo Fab Lab lleva desde 2013 realizando proyectos interdisciplinares siempre relacionados con la aplicación de las tecnologías y la arquitectura a la conservación del patrimonio y la museística. Este año recibieron una donación privada de una serie de piezas de todo el mundo. El grupo se está dedicando a distinguir qué piezas son auténticas, a catalogarlas, escanearlas y construir una vitrina y un pequeño museo en la universidad para exponerlas. 

En la tercera ponencia pudimos escuchar a Jorge Morín, arqueólogo profesional de AUDEMA con una extensa trayectoria; a Antonio Malalana, catedrático de nuestra universidad, doctor en Historia Medieval y arqueólogo; y a Javier Hernández Salinas, profesor en el grado de Arte Digital. Jorge Morín lleva años dirigiendo las excavaciones en el Yacimiento de los Hitos, en Arisgotas, Toledo. Este yacimiento de época visigoda es uno de los ejemplos más importantes de España del uso de las nuevas tecnologías a la hora de excavar. Ambos arqueólogos cuentan con muchos años de experiencia, lo que les permite poder comparar su experiencia en una excavación de hace treinta o cuarenta años con la actualidad. Nos mostraron cómo los drones han abaratado la fotografía aérea, cómo la IA puede ayudar al dibujo de piezas, e incluso cómo estudiantes de Comunicación Audiovisual pueden ayudar en el yacimiento para fotografiar y archivar las piezas. 

Por último, pudimos escuchar a Paloma Villarreal, doctora en Derecho, hablar sobre la evolución del marco legal de los descubrimientos arqueológicos, incidiendo en los casos más polémicos: hallazgos casuales (o no tan casuales), indemnizaciones y expropiación de tierras. Posteriormente se le unieron Ana Vico (experta en el mercado del patrimonio) y de nuevo Jorge Morín para realizar una mesa redonda sobre este tema. 

Además, como colofón final, Javier Andreu ofreció un seminario de introducción a la epigrafía romana a los alumnos de Historia e Historia del Arte al día siguiente. Fueron unas jornadas muy enriquecedoras que cambiaron la visión de la relación entre la tecnología y la Historia de muchos asistentes. Desde aquí agradecemos a Hipólito Sanchiz la organización de la jornada y a todos los ponentes por desplazarse hasta aquí. 

Elena Pastor Curiel
Elena Pastor Curiel

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